Te quedas en Libia
No quieres decepcionar a tu familia. Ellos están esperando que si llegas a Europa será más sencillo para ellos reunirse contigo o que tú puedas, al menos, ser capaz de enviarles algo del dinero que tanto necesitan desesperadamente. Como miles de otros refugiados e inmigrantes, consigues un trabajo barriendo las calles para ahorrar para tu viaje o enviar dinero a casa.
Te mudas a un estrecho apartamento en Tripoli con otros 50 más. Pero esto no no te mantiene fuera de peligro. Libia no ha ratificado la Convención de Refugiados de 1951 o el Protocolo de 1967 y ha fallado en la adopción de legislación de asilo. La ley libia criminaliza la inmigración no autorizada y no distingue entre inmigrantes, refugiados, víctimas de tráfico o cualquier otro que necesite protección internacional (todos son considerados inmigrantes ilegales).
Los “inmigrantes ilegales” son sometidos a multas, detención y expulsión. Mientras tanto, el conflicto en Libia está amenazando tu seguridad - grupos armados aliados a los gobiernos rivales de Libia se entablan en lucha por el control de la nación rica en petróleo.